Manel, Laforet y Rodoreda. Hermoso triángulo.

Acabo de subir al coche y pongo la radio. Suena la canción Ai, Dolors del grupo barcelonés Manel. Qué bonita canción!

Y es automático, cuando escucho esta canción en mi mente aparece la portada de la edición de bolsillo de la novela Nada, de Carmen Laforet.

La protagonista de tan maravillosa obra es Andrea, una joven de 18 años que viene a casa de su tía a Barcelona a estudiar en la universidad justo después de la guerra civil. Es una novela que muestra los contrastes entre la miseria, la violencia, la tristeza y la oscuridad que vive en casa de su tía y la luz, la burguesía, la esperanza y la ilusión que desprenden sus compañeros de universidad, sobre todo su gran amiga Ena. La universidad es la esperanza de un futuro mejor, de poder salir de la miseria y la desesperación

La canción me traslada a un baile de fiesta mayor, en la calle, con parejas de novios bailando. Algo muy sencillo pero como si estuviera en la acera opuesta a Andrea, y la verdad es que siempre pienso en cómo hubiera disfrutado esta pobre chica de un baile como éste.

Y cuando me imagino el baile, me imagino un barrio como Gràcia, sin apenas coches, con bombillas encendidas iluminando una plaza, con guirnaldas,… en fin quizás el mismo baile en el que Natàlia (La Colometa) conoce a su futuro marido Quimet. Y así es como empieza otra gran novela de literatura de posguerra barcelonina, La Plaça del Diamant, de Mercè Rodoreda. En este caso la novela empieza antes de que estalle la guerra civil española, con lo que abarca más tiempo que en Nada. También tiene como protagonista una mujer, también triste, demasiado inocente, con una identidad anulada, como la mayoría de mujeres de su época. 

También pasa miserias, alegrías las justas, aunque en este caso, no da la sensación de que la protagonista viva entre dos mundos. Vive en el suyo y punto. No intento comparar ambas novelas, son bastante diferentes aunque tengan en común la época, la ciudad en la que transcurren y a una mujer como protagonista.

Ambas obras maestras, preciosas, muy bien escritas, como la canción (que aún no entiendo porqué la ubico en la Barcelona de la posguerra ....)