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7 de octubre de 2011

Crónica Insignificante, de Emilio Casado.




Este libro lo leí gracias a Tatty. Su reseña del libro hizo que inmediatamente esta novela captara mi atención. Entré en Bubok (es un libro autoeditado) y me lo compré en formato electrónico. Y en cuanto acabé el bodriazo que me estaba leyendo me puse con él.

Me llamó la atención que no era una gran historia, a ver, me explico. No podemos decir que tenga un argumento complicado, una trama retorcida, sino que es un trozo de la vida de Marcelo, el protagonista. Y Marcelo puede ser tu vecino o uno de tus amigos, un personaje de unos cuarenta años, recién separado, con una hija que ve quincenalmente producto de una separación más o menos amistosa pero que le ha dejado sin un duro y con un trabajo que pocas posibilidades le otorga de reponerse. Porqué Marcelo es psicólogo y trabaja en una prisión, en un entorno un poco hostil a veces, y ni siquiera tiene plaza fija. Y vive con sus padres, un matrimonio peculiar y típico a la vez, madre que le prepara la merienda y un padre ex policía que le va echando cables constantemente, agudizando así la sensación de dependencia que tiene Marcelo.

La novela está escrita en primera persona, es el propio Marcelo el que nos narra este pedazo de su vida que nos permite conocerlo a la perfección. A él y a su entorno. Para mí la gracia o el mérito de esta novela es la naturalidad que desprende. Parece que Marcelo te lo esté explicando todo con el máximo detalle, con un ritmo que dedica el mismo tiempo a todos los momentos del día. Claro que algunos son bastantes más aburridos que otros, pero creo que para que la propia sensación de ser espectador de la vida de alguien, de voyeur, ese toque de ciertas situaciones aburridas o cansinas le dan más realismo. Al fin y al cabo, la vida de nadie es una fiesta 24 horas seguidas y Marcelo no iba a ser menos.

Un libro que nos recuerda que la vida da muchos giros. Qué un día tienes una familia, una posición económica estable, un coche, y los domingos comes con tus padres. Y de repente cenas cada día con tus padres, ves a tu hija cada quince días y no tienes dinero ni para llevarla a un parque de atracciones.

Y con todo esto no os penséis que Marcelo me ha caído estupendamente bien, más bien me ha parecido un ser que se deja llevar por las situaciones, poco luchador, de estos especímenes que se acomodan. De los que necesitan que un gran golpe de efecto se produzca en su vida para poder reaccionar. 

Para finalizar, un brillante final, muy sorprendente. En fin, un muy buen de sabor de boca que me deja Crónica Insignificante, mi primer libro electrónico.