El año pasado nos invitaron a un cumpleaños infantil. Un cumpleaños por todo lo alto, lo más de lo más. El caso es que compré un cuento precioso para regalarle al homenajeado.
Me gustó tanto, que en cuanto vi que el cumpleañero no iba a apreciar la belleza del cuento me entraron ganas de llevármelo de nuevo. Entre juguetes a montones, gritos, pelotas, incluso una moto (sí, sí, una moto), ¿qué chaval de 6 años se iba a fijar en un cuento? ¡Pues ninguno, evidentemente!
http://www.sleepyslaps.com/catalog/la-gran-fabrica-de-las-palabras |
Y yo, con los ojos vidriosos, viendo como lo abría, me sentí como una traidora (el niño seguro que también se sintió traicionado), porque sabía que no le daría el valor que se merecía MI cuento, lo abandonaba. Luché contra la tentación de llevármelo en cuanto nadie se diera cuenta (es decir, robar). Total, con la de regalos que tenía….y a mí, ese cuento, me había encantado. Parecía legítimo hacerlo, pero no lo era. Así que preferí pensar que no se perdería entre tanto papel de regalo y que igual, algún día, lo encontraban y su madre se lo leía antes de irse a dormir y los dos soñaban con tan bonita historia.
El cuento que me provocó estos desvaríos es La gran fábrica de las palabras, de Agnès de Lestrade y Valeria Docampo. A parte de la historia que se narra las ilustraciones son muy bonitas, muy finas y dulces. Importante el tema de la ilustración ya que algunos cuentos tienen dibujos que dan miedo y otros dibujos demasiado clásicos, cosa que tampoco me gusta.
El cuento que me provocó estos desvaríos es La gran fábrica de las palabras, de Agnès de Lestrade y Valeria Docampo. A parte de la historia que se narra las ilustraciones son muy bonitas, muy finas y dulces. Importante el tema de la ilustración ya que algunos cuentos tienen dibujos que dan miedo y otros dibujos demasiado clásicos, cosa que tampoco me gusta.
El cuento es una bonita historia de amor en un país en el que las palabras se compran, en el caso de los ricos, o se buscan entre las que desechan otros, como es el caso de los habitantes más pobres.
Nuestro protagonista Diego, está enamorado, pero es pobre y no puede decírselo a ella, Aura, ya que no tiene palabras ni dinero para comprarlas. En cambio, el vecino de Aura , es rico y tiene toooodaaaaaas las palabras que desea. Puede decirle cosas cuando se cruza por la escalera, incluso puede permitirse el lujo de despilfarrar palabras... En fin, algo impensable para nuestro protagonista.
Un cuento muy tierno del que no voy a desvelar el final… aunque supongo que os lo podéis imaginar. Un buen regalo para aquellos niños o adultos a los que les gusten los cuentos románticos. Yo creo que se lo regalaré a mis hijos.
Un cuento muy tierno del que no voy a desvelar el final… aunque supongo que os lo podéis imaginar. Un buen regalo para aquellos niños o adultos a los que les gusten los cuentos románticos. Yo creo que se lo regalaré a mis hijos.
quin post mes maco. Donem ganes de comprar-lo, ho fem juntes? i tens tota la raó amb això dels cumples. De fet, els nens, només valoren les joguines pel tamany i per si surten o no a la tele... es tan fustrant! A totes les festes passa (els meus fills son iguals a les festes, no pas a casa quan reben un regal fora d'un dia assenyalat, que aleshores ho agraeixen molt). Mil petons perkins!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarJo si vols ja te'l passaré!!
Ara et passo a veure ....
una abraçada!