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16 de febrero de 2011

Taradas, de Viviana Fernández.

Esta novela la descubrí gracias al blog Cuéntate la vida de Goizeder Lamariano. Después de leer la reseña publicada me pareció que sería un libro que tenía muchas posibilidades de gustarme, ya que disfruto enormemente con aquellas novelas que tienen un fuerte componente analítico con respecto a las personas, su comportamiento y sus emociones. Así que me lancé a la caza y captura de un ejemplar.
Me costó bastante encontrarla,ya que, por lo que me dijeron, la distribuidora tenía los ejemplares agotados, y después de muchas vueltas,pude conseguir un ejemplar. Y tengo que decir que tanto “esfuerzo” valió la pena, la novela me ha gustado mucho.
Trata de la historia de cuatro jóvenes “taradas” que se conocen en la universidad. A través de capítulos cortos nos adentramos en la vida de las protagonistas, antes y después de conocerse, en sus núcleos familiares, su infancia y ciertos sucesos del pasado que nos permiten entender por qué son como son. ¿Y cómo son?
Virgina es culta y muy sensible. Ha vivido en un ambiente familiar un tanto estricto con respecto a su vida nocturna y cuando sus padres relajan el control que tienen sobre ella, se le abre un universo que tiene que explotar, recupera el tiempo perdido y esto favorece el principio de una relación complicada con la cocaína.
Esther es la protagonista aparentemente  más segura de todas, con una imagen de sí misma que le permite no cortarse un pelo, ser dura, crítica y fría con los demás. Además es adicta al sexo, aunque ella no lo vea de esta manera.
Carla es débil, inspira compasión. Busca amor a cualquier precio hasta el punto de resultar obsesiva, de ser capaz de mentir, de humillarse, para poder saborear los restos de un amor ya extinguido.
Silvia parece la más difícil de todas ya que su “tara” radica en su incapacidad para relacionarse y pertenecer a un grupo. Lograr ésto sin analizar, escrutar y desmenuzar a sus integrantes, es imposible para Silvia, lo que provoca incomodidad en su entorno y que los demás se alejen de ella. No tiene una imagen de sí misma, no sabe definirse de manera que tampoco entiende por qué no la aceptan.
Ninguna es perfecta, todas tienen miedos y todas saben que tienen que superarlos solas. Entre ellas tienen una relación difícil de catalogar. Se cuentan confidencias, se guardan secretos, se esconden vivencias, se consuelan, se juzgan, se envidian… en fin, una amistad con demasiados ingredientes peligrosos.
Cada una de ellas luchará por vencer sus “taras”, algunas aceptarán su parte de responsabilidad en ello y otras no. Porque aunque las relaciones padres-hijos y en general todas aquellas que se establezcan en el núcleo familiar son elementos muy determinantes en el desarrollo de cualquier persona, tal y como nos muestra el libro, no son definitivos.
En conclusión, un libro que cuando finaliza te deja con ansia de saber más y cómo no hay más, te recreas en lo que has leído. 

4 comentarios:

  1. Como ya te he dicho en mi blog, me alegro mucho de que hayas disfrutado tanto de esta novela, a mí también me encantó, es muy especial, la única pega que le veo es que sea tan corta porque, como dices, deja con ganas de mucho más. Un saludo, nos seguimos leyendo y comentando.

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  2. Gracias por tu comentario! Seguimos en contacto , seguro que coincidimos en algún libro más... el de los Acantilados de Howth también me llama la atención ...
    Un saludo!

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  3. pues me va a tocar ponerme las pilas.... con tanta recomendación! en fin, a ver si encuentro el tiempo! como sigas así llegas al objetivo del año de libros leídos!

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  4. No te creas Kira, va por epocas. Ahora lo que pasa es que me he leido (este teclado no tiene acentos) libros con poquitas paginas y por eso hay tantos.:))
    Un abrazo!

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