Buscar este blog

16 de enero de 2012

Man on wire

El 7 de agosto de 1974 (yo ni siquiera había nacido) el francés Philippe Petit se paseo entre las Torres Gemelas de Nueva York. ¿Cómo? caminando sobre un cable de acero. En 2008  Man on wire ganaba el Oscar al mejor documental. En él se explica cómo nació la idea (o más bien obsesión) por caminar entre las Torres del World Trade Center y cómo se logró llevar a cabo. Seis años de preparativos, cálculos e investigaciones permitieron a Philippe Petit realizar su sueño.

Este documental emitieron el otro día por la cadena  autonómica TV3 en el programa Sense ficció y la verdad es que me pareció tan espectacular que por eso me ha apetecido compartir una parte con vosotros.

Pero esta hazaña no la llevó a cabo Philippe solo. En el video aparecen los amigos que le ayudaron a lograrlo junto con la que era su novia entonces. Todos visiblemente emocionados al recordar esos momentos. Y no me extraña, por que a mí, sin haberlo vivido en directo ni haber formado parte, al ver las imágenes se me formaba un nudo en el estómago.  Son de una belleza incomparable. Es algo mágico. Es arte.


10 comentarios:

  1. No vaig veure el reportatge, però una mica espatllat si que està o estava. Fer aquestes coses per aparèixer en els rècords o estadístiques no m’acaba de convèncer. Reconec, però, que és espectacular i esgarrifós de veure.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola!! La veritat és que pel que es pot veure al reprtatge, en Philippe no ho volia fer per un tema de rècords, més aviat pel plaer de caminar entre les torres, a aquella alçada. Quan va pensar que li agradarïa fer-ho, les torres ni tant sols estàven construïdes. Ara bé, et dono la raó que molt "sencer" tampoc crec que estigui... de fet, quan el van detindre li van fer un exàmen psicològic. Una abraçada!!!

      Eliminar
  2. No conocía esta historia, así que muchas gracias por descubrírmela y por compartirla con todos nosotros. Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Besos para ti también, me alegro que te haya gustado!

      Eliminar
  3. ¡Uffff, Perkins! Este tipo de historias está muy bien conocerlas cuando ya conoces el final, así no se sufre, sino que se disfruta. ¡Qué locura! Un fallo hay no tiene precio. Yo tenía 9 años, creo que si lo hubiese visto, hubiera muerto de infarto, jajaja.
    Ha sido estupendo conocerlo :D

    ResponderEliminar
  4. Siiiiiii, esto es directo hubiera sido terrible!!!! La verdad es que me flipa la gente como este buen hombre con una visión de la vida tan pasional, porque realmente has de disfrutar mucho lo que haces y para jugarte la vida de esta manera, y cuando digo vida ya no me refiero a que podía morir sino que podía haber acabado unos cuantos añitos en la cárcel. Desde luego, la cara del protagonista cuando camina por el cable es de una felicidad increíble! Un beso!!

    Pd: por cierto, tengo problemas para comentar en tu blog , no sé que me pasa pero con el ipad no he podido. Lo intentaré desde un PC y a ver si lo consigo.

    ResponderEliminar
  5. Si, me suena haber visto lo de este hombre, qué valor, con el vértigo que tengo yo me moriría del susto de estar tan alta ja ja Bsos

    ResponderEliminar
  6. pues a mi las alturas me dan un vértido que no veas; pero como dice Icíar, conociendo el final es disfrutable. No conocía la historia, y te agradezco me la presentes.
    Un abrazo,
    Ale.

    ResponderEliminar
  7. Carol, Ale, es alucinante, la verdad. Al hombre se le ocurrió la idea cuando aún se estaban construyendo las torres, vamos, pura obsesión. Yo no tengo vértigo pero soy un poco patosa, fijo que hubiera tropezado montando el cable y no hubiera llegado ni a intentarlo, ja, ja!!

    ResponderEliminar